La química del humor


El hecho de poner nombres a los distintos compuestos químicos no está exento de gracia e ironía. A modo de ejemplo traigo algunos de estos nombres:

Existen en la naturaleza sustancias como el ‘ácido traumático’, una hormona vegetal que hace que las células dañadas se dividan y por tanto ayuda a reparar el “trauma”.

Otras como la ‘luciferasa’, nombre diabólico de la enzima que reacciona con el ATP (podríamos decir que el ATP es la molécula de la energía), y que causa ese brillo en las luciérnagas y en ciertos tipos de peces.

O también el factor anticoagulante ‘draculina’, que se encuentra en la saliva del murciélago-vampiro.

Para contrarrestar tenemos el 'ácido angélico’, el cual no tiene mucho de angelical. Se trata de una sustancia de defensa de ciertos escarabajos y que toma su nombre de la planta Archangelica officinalis . 

También está el 'ácido erótico’, que por supuesto no es el mejor afrodisíaco. Su nombre correcto es el ácido orótico, pero en la literatura química a veces aparece mal escrito. Su nombre más conocido es el de vitamina B13. Y como comentó un químico, “si añades un carbono, tienes el ácido homo-erótico”.

Y no podemos dejarnos la 'clitorina’, o la abreviatura oficial (en inglés) del xantato etílico de sodio, conocido por sus iniciales: SEX. Curiosamente, se puede adquirir tanto en su forma sólida o líquida, y las consecuencias de exponerse a una alta concentración de SEX incluyen: vértigo, temblores, dificultad al respirar, visión borrosa, dolores de cabeza, vómitos e incluso muerte.

O el ‘erectono’, que es uno de los miembros de un grupo de compuestos extraídos de la hierba china Hypericum erectum, que la medicina tradicional de aquel país usa para trata la artritis, el reumatismo y como astringente. 

Fuente:

Blog de M.A.Sabadel- Doctor en Astrofísica

No hay comentarios:

Publicar un comentario